Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial,
la así llamada Guerra Fría, entre el bloque comunista liderado por la URSS y el
bloque capitalista con Estados Unidos a la cabeza, supuso una carrera
ascendente en orden a demostrar la superioridad tecnológica y militar de uno de
los dos países. En 1957 la Unión Soviética lanza con éxito al Sputnik, el primer
satélite artificial, colocándose en aparente ventaja frente al adversario.
Como respuesta, el entonces presidente de
los Estados Unidos, Dwight Eisenhower, ordenó la
creación de la ARPA (Advanced Research Projects Agency). El proyecto
desarrolló la creación de una red de comunicación entre ordenadores. La
particularidad radicaba en la descentralización del sistema, pues estaba
compuesto por varios ordenadores distantes geográficamente el uno del otro.
Este rasgo le confería el carácter de ‘indestructible’ pues todos tenían el
mismo nivel de importancia. Podía llegar a faltar uno sin que quedara impedida
la mutua comunicación entre los restantes. Para 1973 se establecieron
conexiones entre ordenadores de Estados Unidos, Gran Bretaña y Noruega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario